Y nuestro sueño
se hizo realidad

La historia

de Bodegas Vetusta Comienza cuando, en 1998, decidimos comenzar a plantar viñedo y recuperar la tradición vinícola de la familia y de nuestro pueblo.

Hasta aquí podríamos decir que es una historia similar a la de muchas bodegas en Ribera del Duero.

Sin embargo, los lugares dónde decidimos plantar nuestros viñedos nos hacen muy diferentes, al igual que la apuesta y compromiso constante de nuestra familia por generar riqueza en la región.

El
origen

Nuestro nombre, Vetusta, significa antiguo y hace referencia a nuestro deseo de conservar y recuperar la tradición, la sabiduría y la experiencia de los pueblos y las gentes que, mucho antes que nosotros, ya plantaban y cultivaban las viñas en nuestro pueblo, Tejares, y en todos los pueblos de la zona y de la Ribera del Duero.

Lo hacían arando y trabajando la tierra de forma orgánica, sin utilizar productos sistémicos para abonar la tierra o tratar las plagas o enfermedades del viñedo. Y lo hacían sin las herramientas ni la maquinaria con las que contamos ahora.

También construían bodegas con muy pocos medios, aunque con mucho esfuerzo y mucho ingenio para elaborar sus vinos y conservarlos frescos.

Nos dejaron un legado muy preciado que en Bodegas Vetusta creemos que hay que valorar y conservar para que, sumando los avances y la tecnología de hoy en día, podamos elaborar vinos de gran calidad, pero sin perder la naturalidad, la sinceridad y la esencia de nuestra tierra.

Por eso, nuestro nombre, Vetusta, va acompañado de un símbolo, un antiguo lagar de piedra usado en la elaboración del vino, y que aún hoy conservamos en Tejares, el pueblo de la familia.

¿Eres distribuidor de vinos?

Vende mucho más que vino. Vende conexión con la tierra, pasión por la Ribera, tiempo para disfrutar.

Vende esencia Vetusta.