Como viticultor, cada día tengo más claro que los mejores vinos Ribera del Duero son los que se nacen a partir de una apuesta firme y de futuro por la tierra, por la propia identidad y por el país del que formamos parte. En definitiva, por lo nuestro.
Me imagino que al leer esto te estarás preguntando, “pero Ángel, ¿qué haces hablándome del futuro del país en un blog de vino?”
En Bodegas Vetusta, el esfuerzo en el trabajo y el apostar por nuestra tierra está en nuestro carácter. Es parte de nuestro ADN y de nosotros mismos.
Especialmente en momentos tan complicados como estos. En los que solo con esfuerzo, ilusión y unión de todos, será posible salir adelante. Con impulso y muchas ganas de levantarnos de nuevo para hacer crecer nuestros proyectos.
En este vídeo que he preparado, te invito a acompañarme y conocer un poco más nuestra apuesta de futuro por el desarrollo rural de nuestra tierra. Y, de paso, te sorprenderé al contarte cual fue la difícil decisión que tuve que tomar durante los primeros días de la pandemia.
¡Dale al play y te lo cuento todo!
Espero que hayas disfrutado este vídeo que, para mi, tiene un componente emocional, de compromiso y de vínculo muy especial con nuestra tierra.
Es posible que, para ti, tomarte un vino Vetusta sea diversión, ocio y celebración. Una forma de disfrutar de la gastronomía y de compartir un buen rato en familia o de salir de tapeo con los amigos. Para nosotros es, además, una forma de sentir y vivir la esencia de nuestra tierra de Ribera del Duero.
Como has podido ver, en Vetusta, cuidamos la tierra y las plantas con la misma pasión con la que elaboramos nuestros vinos.
Por eso, después de ver este vídeo, creo que apreciarás, aún más, cada copa de vino Vetusta que disfrutes.
Ya sabes que tienes todos nuestros vinos disponibles en la tienda online de Bodegas Vetusta. Ahí puedes hacerte con buenos vinos de Ribera del Duero elaborados con uvas procedentes de cultivo ecológico. En los que estoy convencido de que identificarás toda la personalidad y esencia de nuestra tierra.
