¿Buscas un buen vino Ribera del Duero?
Encontrar un buen vino Ribera del Duero entre todos los que hay en el mercado puede resultar difícil, incluso aunque seas un aficionado al vino.
Como ya sabes, la Ribera del Duero es una de las zonas vitivinícolas más importantes de España. De hecho, hay inscritas más de 300 bodegas bajo la denominación de origen y se dedican casi 23.500 hectáreas de terreno a la producción de uva.
Y, aunque solo el nombre Ribera del Duero ya es sinónimo de “buen vino” a nivel mundial, no todos los que se producen en esta tierra tienen las mismas características ni garantizan el mismo nivel de calidad.
Desde mi experiencia como elaborador de vino y por mi forma de entender la viticultura, he detectado que hay 7 elementos fundamentales a tener en cuenta para dar con un buen vino Ribera del Duero.
Los tengo muy presentes al cultivar el viñedo y elaborar los vinos Vetusta. Y, por eso, he querido compartirlos hoy contigo. Como aficionado al vino, estoy seguro de que serán de utilidad al seleccionar tus vinos de esta denominación de origen.
Los 7 elementos clave para escoger un buen vino Ribera del Duero
1 – Viñedos de altura
Aunque toda la zona de producción de vino en la Ribera del Duero es excepcional, los viñedos situados en las zonas más elevadas son clave para obtener un auténtico vino de altura. Hablamos de tierras ubicadas a partir de los 900 metros de altitud, donde el clima y el suelo confieren a la uva un carácter único.
La altura del viñedo es mucho más importante de lo que podría parecer. A estas altitudes, la maduración de la uva es más lenta y equilibrada, favoreciendo una acidez natural y un perfil aromático más complejo. Esto se debe, en gran parte, a los marcados contrastes de temperatura entre el día y la noche: durante las noches de verano, el termómetro desciende mucho más que en zonas bajas, aportando frescura y elegancia al futuro vino.
En Bodegas VETUSTA contamos con viñedos propios en algunas de las zonas más altas de la Ribera del Duero. Algunos alcanzan incluso los 1020 metros de altitud, lo que nos permite elaborar auténticos vinos de altura, con una expresión inconfundible de frescor, equilibrio y personalidad. Año tras año, comprobamos cómo la altitud se convierte en uno de nuestros mayores aliados para garantizar la máxima calidad en cada botella.
2 – Vino ecológico
El tipo de cultivo de la viña influye directamente en la calidad de la uva y, por supuesto, en el vino que se elabora. Y cuando hablamos de vino ecológico, este impacto es aún más evidente.
Ahora bien, no quiero decir que un vino sea excelente solo por ser ecológico. Ni en la Ribera del Duero ni en ninguna otra región del mundo. La calidad de un vino depende de muchos factores. Pero sí puedo afirmar, por experiencia, que cuando un vino es realmente bueno y además proviene de un cultivo ecológico, su autenticidad y expresión del terroir se potencian de forma notable.
La viticultura ecológica se basa en el respeto al equilibrio natural de la viña y su entorno. A diferencia del cultivo convencional, evita el uso de productos químicos como insecticidas, herbicidas y acaricidas. En su lugar, fomenta la biodiversidad y el equilibrio del ecosistema. Esto nos permite a los viticultores preservar la esencia del terroir sin desvirtuarla, y ese respeto por la naturaleza se refleja claramente en el perfil del vino ecológico.
Pero no debemos confundirnos: la viticultura ecológica no consiste en abandonar el viñedo a su suerte. Al contrario. Exige un mayor control, más trabajo manual y una atención constante a la evolución del cultivo. Requiere pisar el terreno cada día, observar de cerca cada cepa y actuar con prevención para mantener su salud de forma natural.
En Bodegas VETUSTA, aposté por la viticultura ecológica desde el primer momento. No por seguir una moda, sino por convicción. Porque quiero que cada uno de nuestros vinos ecológicos preserve su autenticidad, respete la esencia de nuestra tierra y exprese todo el carácter único de nuestros viñedos de altura en la Ribera del Duero.
3 – Poca producción por hectárea de viñedo
Como igual ya sabes, hay una relación directa entre la producción por hectárea y la calidad de la uva.
A menor rendimiento mayor calidad pues la cepa tiene una energía limitada. Y, cuantos menos racimos haya para repartir esa energía, mayor calidad del fruto.
En Ribera del Duero, el máximo son 7.000 kg por hectárea.
Pero, si quieres conseguir vinos de calidad en Ribera del Duero, como es el caso de Bodegas Vetusta, la producción por hectárea debe ser bastante menor a esos 7.000 kg por hectárea.
Para eso nosotros realizamos un aclareo de racimos en verano.
Este proceso consiste en que recorremos todo el viñedo cortando los racimos que sobran y los dejamos tirados en el suelo, donde servirán de abono para la tierra.
El aclareo de racimos es un trabajo que tiene un alto coste para una bodega. Por lo tanto, en bodegas orientadas a vinos más corriente y a más producción, no se realiza este trabajo.
4 – Apuesta por la tierra y pasión por el terroir
¡Qué importante es este punto! Y no solo en un aspecto, sino en dos.
Por una parte, la tierra de cultivo es “ingrediente” básico para un buen vino de Ribera del Duero.
En las tierras de esta denominación de origen, existen suelos de muchos tipos: arcillosos, arenosos, pedregosos… Y, para hacer buen vino, cuanto más variados sean, mucho mejor. Porque, contar con una gran variedad de suelos es muy positivo ya que aporta diferentes matices en las uvas y permite al enólogo obtener vinos más complejos y ricos.
Y si, como ocurre en Bodegas Vetusta, se dispone de un terruño singular con viñedos ubicados en diferentes zonas y suelos, se tiene mucho avanzado en cuanto a la riqueza, variedad y complejidad a los vinos que se producirán con sus uvas. Entra aquí para conocer nuestro terruño
Pero, volviendo a lo que te decía, hay otro aspecto fundamental para mi.
Me refiero a la importancia de creer en la tierra, como base del arraigo y amor por tu región. Es algo por lo que siempre he apostado desde Bodegas Vetusta.
Porque, tan importante como la capacidad de dar uvas de gran calidad y grandes vinos, es también el respeto y arraigo por la cultura y tradiciones de la tierra. Para mi, la Ribera del Duero es la tierra en la que he crecido. Y, desde luego, en la que quiero crear riqueza y apostar por su futuro y el de su gente.
Si esto lo cuida una bodega, sin ninguna duda, se reflejará también en sus vinos. Porque, el viticultor pondrá todo su esfuerzo por ofrecer al consumidor lo mejor de su tierra en cada una de sus botellas de vino que produzca.
5 – Respeto por la tradición y el trabajo de los antecesores
Personalmente, creo en el valor de una bodega que tenga al frente a gente que ha nacido y siente la zona como su casa. Y, como acabo de decir, mantenga el respeto y arraigo por la cultura y tradiciones de la tierra.
Porque creará vinos mucho más auténticos. Vinos que representen mejor el espíritu, el carácter y los valores de la gente de esta tierra. Y con la personalidad que imprime su origen. Para hacerlos genuinos y únicos.
6 – Apuesta por la innovación
Como ya has captado, entiendo la tradición como algo muy importante para obtener vinos auténticos.
Pero para mejorar y hacer un buen vino Ribera del Duero siempre debe existir un grado de evolución, aprendizaje y utilización de toda la tecnología que se va desarrollando.
Porque una bodega que es inquieta, que innova en elaboraciones y variedades, creara cosas diferentes. Se adaptara mejor a las tendencias y gustos de los aficionados al vino y tendrá mayor capacidad y versatilidad para crear distintos tipos de vinos. ¡Y todos ellos excelentes!
Ten en cuenta que los vinos de Ribera del Duero no son iguales ahora que hace veinte años. Un bodeguero no puede ya decir “yo hago el vino como lo hacía mi abuelo”. Sería un gran error.
Para hacer vino de calidad hay que dar continuidad a la sabiduría y tradición de nuestros antecesores pero aplicando la innovación y tecnología de nuestro tiempo.
Y, además, hay que tener una mente abierta para evolucionar en busca de nuevas experiencias y productos.
7 – Honestidad de la bodega
A la hora de elegir, es muy importante buscar un vino honesto.
Y, seguro que ya te estás preguntando, pero ¿qué es un vino honesto?
En mi opinión, un vino se puede decir que es honesto cuando es trasparente y comunica bien todos los pasos de su elaboración. Y en el que la relación calidad-precio es acorde al esfuerzo de elaborarlo.
Así que una clave para no equivocarte a la hora de buscar un vino de calidad de Ribera del Duero, es conocer la procedencia de las uvas con las que se elabora. Y, si es propia de la bodega, siempre será una garantía.
Igualmente, esa honestidad se verá reflejada en la sencillez y respeto por el trabajo realizado. En las ganas de seguir aprendiendo y en hacer todo lo posible para mejorar cada día los vinos que se embotellen.
Solo así, desde el trabajo humilde, sencillo y respetuoso por la tierra y sus productos te aseguro que se logra crear un buen vino Ribera del Duero.
Bueno, pues ya te he revelado las siete claves más importantes para el aficionado al vino, que desee escoger y disfrutar un buen vino Ribera del Duero.
Si has leído este artículo hasta el final es porque, desde luego, valoras y te gustan los vinos de calidad. Y, para mi, eso siempre es motivo de alegría. Porque hay mucho trabajo y esfuerzo detrás de cada vino de la Ribera del Duero que se descorcha.
Te animo a tener en cuenta los aspectos que te he comentado. Y a que me cuentes tu experiencia tanto con vinos ecológicos como con los que no lo son. Ya sabes que aquí estoy para resolver cualquier duda que tengas. Puedes dejarme tu consulta en los comentarios del blog y, como te digo, estaré encantado de atenderla.